Si alguien me hubiese dicho que dejaría mi Paraná querida, viviría en Europa, que luego me mudaría a San Sebastián y que tendría la posibilidad de compartir una mañana con Karlos Arguiñano, le diría que está loco. Pero así fue.
Karlos Arguiñano en Mi Mundo
No hay nadie que sea feliz, que tenga una cintura perfecta, dice el fantástico chef, amado en Argentina, Karlos Arguiñano; y luego de pasar por su restaurante creo que tiene razón.